martes, octubre 25, 2005

lunes, octubre 17, 2005

Las cosas ya no son como eran entes...



Aquí tenemos a la pequeña, en su bello carruaje último modelo en 1922, para la diversión de los infantes.Posted by Picasa

HOY AMANECÍ PENSENDO EN UNA GRAN IDEA... ES UNA GRAN IDEA.

Soy obsesiva. Manos a la obra.

Parte del plan #1...

miércoles, octubre 12, 2005

Un coapeño me salvo la vida...

Eran como las 9:30 de la noche y yo estaba parada esperando cualquier cosa para poder regresarme a rumbos Tepepeños, pero nadie me advirtió que cerraron Tlalpan justo en gral. Anaya (si, por que soy una mala ciudadana que se entera de lo chismes políticos y sociales hasta llegar a mi casa y ponerme mis pantuflas peluchonas para ver las notocias)y que solo había policias con trajesotes impermeables totalmente envidiables. Yo solo me mojaba más y más.

Ni un taxi, ni un camión, ni NADA. 10:00pm. y hasta el metro estaba cerrado. Empece a berrear y a desesperarme... Un taxi a la vista! toda la multitud se le fue encima, pero yo fui la primera en hacerle la parada -lo juro- y yo muy segura de mi, pensé que preferiría llevar a la chica linda y hecha una sopa (yo)... pero no, el muy cabrón se llevó a los que iban hasta Polanco y ofrecieron pagar lo que fuera. Malditos pudientes.

10:20, pataleaba y temblaba de frío...HASTA QUE... Una moto se para frente a mi y me dice: ah! tú eres la chica de las bota rojas bonitas, ¿a dónde vas?

-Tepepan.. en ese momento me acordé. Era el wey de mi clase de inglés que tanto odiaba por coapeño, por alguna vez invitarme a ver una movie o salir de party!! me chocaba por su forma de hablar, de vestirse, por tener una motototota y engelarse el pelo medio decolorado, pero ahí estaba yo, subiéndome a la super moto.

-Yo vivo por coapa ¿y tú?
-Tepepan, por el reclusorio femenil...

Y todavía tiene el descaro de decirme:
-Me paré por que vi tus botas, no por ti, hasta después te reconocí...

Me llevo hata mi casa, y hasta platicamos y medio me cayó bien, ahora se que trabaja en Polanco y por eso ya no va a inglés y tampoco le dejarón tener el cabello decolorado.

Ahora le estaré muy agradecida y solo de ese coapeño no volveré a hablar mal nunca más.