jueves, junio 15, 2006

100 metrónomos, 83 años, un Ligeti, una Paulina I.


György Ligeti murió el lunes pasado. Uno de mis tres, no, de mis cuatro compositores favoritos de la historia de la música murió. Ligeti nació en Transilvania hace 83 años, hijo de padres judíos. De su familia, fue el único que pudo escapar de los campos de concentración nazis, por lo que se fue a Budapest, en donde empezó a crear, aunque en esta etapa, la influencia de Bela Bartók y Kodäly era todavía muy clara en su composición.

En 1956 se va de Hungría -estalinista - a Viena (aunque después también abandonaría Austria, para alejarse de cualquier dogma vanguardista) en donde empieza a experimentar con la música electrónica. El mundo entero lo conoce en 1961 por su gran obra Atmosphéres, obra en la que los timbres constituyen formas no experimentadas hasta ese momento.

En general, la obra de Ligeti es espectral, sarcástica y delicada, Superpone segundas, con lo que destruye los intervalos, deshace la armonía y el ritmo tradicional, así compone estructuras complejas, desarrollando el estilo de nubosidades llenas de transiciones en intensidad, timbre y estructuras, que a su vez contienen en sí, numerosas voces superpuestas haciendo la conocida: micropolifonía, técnica inventada por Ligeti y reutilizada por muchos.


Las dos obras que me parece, sintetizan la forma de composición de Ligeti son: Atmosphéres y el maravilloso Poema sinfónico para 100 metrónomos, en donde el tejido de estructuras musicales destruyen los argumentos melódicos y rítmicos para formar de la orquesta un solo instrumento que puede compararse con un enjambre de ecos. Sus influencias son tan variadas, que van desde el folklore húngaro hasta los experimentos electroacústicos de Stockhausen, logrando una música audible, emotiva e irónica, no por esto alejada de la complejidad teórica, que exigió el arte del siglo XX.

Hace 4 años que me enteré de su existencia y sus grandes obras , me sorprendió saber que aún estuviera vivo, y me propuse hacerle conocer mi opinión sobre sus obra, ya fuera por carta o en persona, verlo en su provincia, en la que según yo debía tener una vaca, e ir todas las mañanas al supermercado con su clásico suéter de triángulos de colores y hablar con determinadas personas. Nunca lo hice. Físicamente, era un viejito bonachón de cabello blanco, nariz de bolita y bigote cano. Ayer vi a Andrés Bustamente disfrazado de Einstein, creo que así debió haber sido.

Hoy me sorprende y me entristece mucho saber su muerte, y aunque desde 1978 ya casi no componía, me seguía sorprendiendo con sus pensamiento. Alguna vez concretó el sentido de su búsqueda: “disolver el miedo a la muerte en una carcajada”.
Coincidentemente, el domingo pasado fue la última vez que escuché una de sus obras en vivo...me gustó tanto.

Oh!, que largo post. Espero, apreciado lector, haya llegado hasta acá.

5 comentarios:

Pami Yasbeck dijo...

Pues muy bonito, cómo no llegar al final, aunque no entendí ni la mitad si entendí que estaba bien choncho. La música popular me fríe los sesos.

Enrico dijo...

wow, buena info, ya te puse en mis links, ¡me gusta mucho leerte!

Enrico dijo...

Ah dimenticavo che con te posso scrivere in italiano, stammi bene!

Love doctor dijo...

Llegué hasta acá, y quiero más. Escribe más de música. Deberías hacerlo en serio y armar una carpeta para conseguir chamba en alguna revista, chava.

Paulina I (Primera) dijo...

Pami: música, la música y maaas música en nuestras vidas, que nos fría los sesos.

Enrico:Molti saluti! dovevi darmi alcune delle tue fotografie per queste blog. Ieri cera ho voluto scrivere nel tuo blog, ma non ho potuto(il mio compiuter é mato), ma sai che mi piace moltissimo anche.

Alejandro:que bueno que hebeis llegado oh! espero hecerlo.