jueves, enero 01, 2009

Todos quisimos ser un Benny Goodman, un John Coltrane o un diosito cualquiera.



Pero no, somos oficinistas enwhiskados (de whisky que no de whiskas, eso nomás los mininos oficinistas) que anhelamos para este inicio de año una silla con rueditas, un café no quemado y compañeros que valen la pena para los intercambios muy-super-tan en serio.

Caso que se dio en el feliz intercambio navideño en el que ninguno de los presentes podíamos cerrar la boca y hacer que nuestras pupilas dejaran de viajar desorbitadas ante el encanto y dulzura del obsequio "deadeveras" que tenía facha de ser el objeto más cábula en onda supersecundariesca de "si, primero le daré algo super desconcertante y freaky para que haga cara de fuchila o llore amargamente"... el objeto ha sido considerado por algunos el mejor regalo jamás apreciado y por otros como el objeto que nunca pero bajo ninguna circunstancia de odio, amor o labio leporino debe darse. En fin, un lindo fin de año.

Los quiero a todos, bueno a todos menos a los de pompas flácidas y de poco alcance, pompas de jabón, porsupuesto.

3 comentarios:

sirako dijo...

yo tengo las nachas fláccidas y de corto rango. preciso saber que me quieres pero no. chas

Silvia Black dijo...

jajajaja amo las sillas con rueditas pero ya me estoy acabando tanto la mía que mis pompas nunca serán lo que fueron cuando corríamos juntas en la universidad
ni pex

Paulina Primera dijo...

El deporte del 2009 será hacer en nuestras sillas oficinistas las cabidades necesarias pa que las pompas tengan día a día una forma más divertida. Osea, pedir sillas que nos dejen marcadas estrellistas en las pompas o la figura predilecta.