Hoy me levanté con varios golpes contusos por varias áreas de mi cuerpo. Mientras me estiraba del lado derecho, me dolía el muslo izquierdo y al tratar de apoyarme sobre el codito, me dolía hasta la ingle... Después de una ducha hirviendo -que según mi mamá afloja los músculos y adelgaza el vello- emprendí como cada lunes la ruta Trabajo. No quería estar sentada, ni de pie. Entonces solo me recargue en la puerta trasera del microbús.
En medio del tráfico de Tlalpan, alcancé a ver que había un centro Musulmán de reciente apertura que ofrecía clases de árabe...ji ji, y fue cuando recordé mi -breve- estancia en ondas y clases de árabesss herbanoss. Esque, la búsqueda de identidad.
Y esque fue difícil resistirse a palabras como: "comida y clases de árabe GRATIS". Anuncio que me llevó a un tercer piso por Copilco, a una mezquita en Tequesss oeeiii, y a una iniciación con comida, clases y árabes. Todo gratis, eso sí. El detalle de aquel viaje a la mezquita se lo llevó el tapete en el que rezan 5 veces al día con brújula incluída, pa no perderse ante la búsqueda de la Meca y la esperanza. Ah! y el insulto que lanzaron contra el tobillo que se asomaba mientras remojaba mis callitos en el lago.. que sonaba algo así como fidhsgbfkjsrdx. Mucho atrevimiento de parte de mi tobillo, asomarse de esa manera en pleno lago y con el sol de frente.
En fin, después de varios intentos por convencerme de lo maravilloso de la comunidad, las tradiciones, el ayuno de muchos días, el despojo de reven, alcohol y cosas del mal , un día nos dijeron : buenosss herbanas para el siguientessss cursosss nosostrosss les llamamosss.
La que sufrió un montón fue la que andaba más clavadona, una chica que cada que llegaba a clase nos enseñaba la lectura ligera que se aventaba en su reccorrido por la línea tres: ¡El Corán! ¿quiubo? escrito, no solo de atrás para adelante, no solo de izquierda a derecha, sino que del árabe al español, pasando por el inglés.
Yo, muy contenta de haber aprendido caligrafía básica, haber degustado dátiles por montón y hacer amistas con mi super profe "Mahed" que le iba a las chivssss (chivas) pus me fui. No encontré la respuesta a mi vació espiritual, que seguí llenándo con mucha música, muchas películas, unas cuantas cervezas..pero bah!
Peeero, regresando al tema principal de este post: la probabilidad de toparse un(a) musulmán en nuestra bella ciudad, recodé también como esta anécdota que les cuento se lo contaba a mis super cuates oficinista Celeste y Abel al calor del comal de las quesadillas en el mercado de cada miércoles en la Narvarte.
Manoteaba y platicaba, cuando una mujer sentada justo, justititito a mi espalda me pregunta: ¿A que centro musulmán fuiste?
yo: Eh?
Ella: Esque estoy escuchándote. Yo soy musulmana.
lunes, diciembre 10, 2007
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6 comentarios:
El flan queda seco, pero bueno cuidado coin las religiones y sus comilonas gratuitas, no se sabe que con nueva, salsa, nos ahcen bailar extrañamente.
Fue un agrdable paseo por su ventana.
saludos.
chaaaaaaale ni podrias haber enseñado medio tobillo de haber sido musulmana... en q estabas pensando???
¿Cuáles son las posibilidades?
¡Musulmanes comiendo quesadillas!
Já!
Ups.
¿¿¿y de qué era su quesadilla???
pero por que estas toda adolorida? buscare en posts previos la razon.
saludos y felices fiestas, hace siglos no te veo. besotes. hugo
Jajajajaja, qué país tan cosmopolita. Estudiar cualquier idioma gratis es la opción, y si hay comida más.
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