jueves, diciembre 23, 2004

Breve curso de Oceanografía

pág. 97 de los Cuentos completosde Cortázar. No me gustó ese cuento, creo que hay demasiada naturaleza y delfines involucrados.

OLA DEL MIEMBRO. Hace dos o tres años fui con la pandilla -Hiperflexia, Vladys y Shalalescas- a Acapulco, no nos quedó mas que hospedarnos en "Acapulco tradicional" por no decir el Acapulco viejo apestoso y con mar contaminado.

El gran descubrimiento se dio como todos a partir de la observación: todos disfrutábamos de correr por la arena -un tanto gruesa, atractivo del Acapulquito tradicional- hacia el mar, nuestros pies se mojaban con la espuma, poco a poco nos intruducíamos en el mar, las rodillas, los muslos, y justo ahí, donde los dedos de los pies se empiezan a hacer rollito, por que la cosa se pone cada vez más fría...

ya no se apoyan todas las plantas, solo hay que apoyar la puntita del dedo gordo, elevas los hombros y haces cara de "ay güey" por que poquitito a poco avanzas...el agua está ya casi cubriendo todos los muslos, y derepente...llega: LA OLA DEL MIEMBRO, todo el cuerpo se eriza y ya después de eso la panza, senos y cabeza ya ni se siente...

3 comentarios:

Lucitzel dijo...

Uuuuuuyyyyy que frio!!!

Love doctor dijo...

Tu blog está pero requete bien bonito, ultra elegante pipiris-chairo. Yo una vez fui a mazatlán con mis cuates, pa celebrar que ya no más oba a haber horror cuasi militar de la preparatoria. Y la arena y las piedritas de la playa tan me madrearon los pies que no usé ni chanclas el resto de la estancia; lo chingón es que luego tocaron puras discos en dónde hubo desde espuma hasta alberca (o era la ísta inundada en chela?), y pus estaba super relajante pa los pies, me curé justo el último día de nuestro viaje, JA!

Paulina I (Primera) dijo...

jaja, que bonito calificativo!!, me gustó y aprovado está.